Escrache, nazismo y Goebbels

El escrache ha indignado a los sectores más conservadores de la sociedad. Tanto que Dolores de Cospedal se atrevió a compararlo con el nazismo. Con vehemencia, además. La secretaria general, que tan alegremente habló de un hecho vergonzoso para la humanidad, no nombró a Joseph Goebbels, el principal responsable de la comunicación del III Reich, del cual desgranaremos algunos rasgos identitarios. Quizá desconoce el significado y el alcance de la palabra nazismo o quizás ni sabe quién es el señor Goebbels. O sí. Y estas palabras quieren esconder los parecidos con la política comunicativa de su partido.

  • Goebbels es el padre de la famosa frase “si una mentira se repite con frecuencia, acaba por convertirse en verdad”. Por tanto, la frase “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” que repitieron hasta la saciedad para culpabilizar a la clase trabajadora que se había endeudado, encaja dentro de este esquema mental.
  • Cuando las noticias que llegaban de los frentes no podían esconder la derrota, este ministro nazi apeló a la solidaridad, la confianza y la voluntad de vencer. Y no sólo eso, sino que siguió haciendo creer al pueblo que la victoria llegaría. Puede recordar a las palabra que estamos escuchando últimamente cuando se habla de salir de la crisis y los ministros responsables de las finanzas dan cifras de previsiones que después modifican sobre la marcha.
  • cospedalSimplificar todos los enemigos en uno solo. Cuando ciertos movimientos sociales o partidos políticos empiezan a coger fuerza y reciben apoyo popular (últimamente la PAH, también lo habían hecho con las CUP) los acusan de pertenecer a ETA.
  • Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo al ataque con el ataque. O sea, eso de “y tú más” que estamos tan acostumbrados a escuchar desde cualquier atril.
  • Principio de exageración. Cualquier medida, propuesta, demanda o anécdota, por pequeña que sea, se convierte en amenaza grave. Pongamos por caso, la dación en pago, que el diputado del PP Martínez-Pujalte alertó que era la manera por la cual los afectados se querían librar de una deuda para comprar otra vivienda.
  • Emitir informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté interesado en otra cosa. De hecho, estas declaraciones de Pujalte se producen el mismo día que se hizo público que Bárcenas, desmintiendo las informaciones de la secretaria general, sí estuvo a sueldo del partido cuando ya corrían las noticias sobre la contabilidad B.
  • Soltar globos sonda o informaciones fragmentarias para que se abra un debate mediático para ver cómo reacciona la opinión pública. En el caso del gobierno del PP: anuncios de recortes, medidas, reformas…
  • Difundir argumentos que puedan tener base en actitudes primitivas. Con mensaje simple que genere odio al diferente. En el caso actual, por ejemplo, los que no pagan la hipoteca, que son calificados de dejados o de poco sacrificados. La misma Cospedal lo expuso cuando afirmó que sus votantes preferían quedarse sin comer antes que no pagar la hipoteca.
  • Llegar a convencer a mucha gente que no está sola, que piensa como todos, creando una falsa impresión de unanimidad. Aquí, el principal exponente es otro líder del PP: el alcalde de Badalona, Xavier Garcia Albiol. Uno de sus eslóganes de campaña para las municipales de 2011, refiriéndose a sus ideas xenófobas, fue: “muchos lo piensan, yo lo digo”.

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